ÉPOCA DE LIEBRES Y HUEVOS


Estas semanas estamos trabajando la época de la Liebrecita de Pascua, dónde los niños han plantado un jardín y hemos soplado huevos.
¿Por qué preparamos y celebramos la Pascua?

La preparación para la Pascua es en realidad una preparación para el cambio de estación que acontece en la Tierra con la llegada de la primavera. 

Tras el frío y la oscuridad del invierno, la naturaleza resucita; la luz regresa, aparecen brotes en los árboles, las flores comienzan a florecer y aparece vida nueva.

Las aves incuban nidos llenos de huevos y pequeños conejitos y liebres mordisquean la primera hierba verde.


No es de extrañar que la Pascua se simbolice en muchos países con huevos, pollitos, conejos y flores. 

Esta imagen que acabo de explicarte de nuevo crecimiento, de renacimiento del mundo,  que también se celebra religiosamente en nuestra cultura católica con la Semana Santa, viene a ser un reflejo de nuestro propio potencial de transformación interior. 

La liebre de PASCUA simboliza en la pedagogía Waldorf el altruísmo, se dice que la liebre se sacrifica por sus congéneres cuando son perseguidos para salvarlos. No hace daño a nadie, tiene un oído muy fino y no tiene morada, duerme por allí y por allá es la imagen del habitante del mundo.

El huevo siempre lleva en sí un germen de vida nueva, un desarrollo nuevo. El huevo de Pascua es un huevo muy especial. El producto del reino animal se eleva cuando a través de nuestro esfuerzo artístico lo decoramos. Al adornar el huevo , lo colocamos dentro de la leyes universales. Por ello soplamos y pintamos los huevos con los niños para decorar el aula y sus casas, así pasaremos días increíbles con esta tarea, viviendo la espera y el  asombro del trabaja realizado.

El tiempo de Pascua finalizará con la fiesta de la liebrecita, (que la celebraremos el día 23 de MARZO), esta ha venido y ha escondido los cuencos plantados y los huevos duros decorados. Los niños llenos de alegría buscaran sus cuencos escondidos por el jardín. Un acto consciente de búsqueda, que nace desde la libertad, es el fundamento de toda lucha interior. A través de la búsqueda de los huevo de Pascua  podemos transmitir a los niños el impulso de "buscadlo y lo encontrareis.." los niños encontrarán su cuenco y descubrirán en él su huevo duro y una liebrecita de lana cardada.


¿Cómo prepararla con niños?
A los niños pequeños no conviene darles sermones sobre el significado de las festividades, además de aburrirse, casi seguro que no van a entendernos. 

Tenemos que tener en cuenta que con ellos nuestros actos hablan más claro que nuestras palabras. 


¿ Cómo decoramos nuestros huevos en el Jardín?




Necesitamos: una aguja larga y fuerte, una piedra, papel pinocho de los colores primarios: rojo, amarillo, azul y huevos blancos.


Lo primero es hacer un par de agujeros en los extremos de los huevos, con mucho cuidado, con la ayuda de la piedra golpeamos la aguja.



El agujero debe de ser más o menos así, no muy grande.


Una vez realizado los agujeros, soplamos en uno de los extremos e intentamos vaciar el huevo.
Es aconsejable que si lo realizáis con niños que sujetéis vosotros el huevo, ya que suelen apretar y lo rompen.


Una vez vació y lavado con agua, pasamos a decorarlo.
Para ello necesitamos trocitos del papel pinocho de los colores básicos: Rojo, Amarillo y Azul. Y un cuenco con agua.


Vamos mojando uno a uno los trozos de papel en el agua y pegándolo en el huevo.




Una vez secos los trozos de papel se retiran y el huevo queda más o menos así:


En el jardín solemos colocar todos los huevos de los niños junto la mesa de estación, más tarde estos huevos bajan y en su lugar encontramos unas palomas.... pero esto ya os lo contaré cuando nos toque..




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